ALGA Revista de Literatura
nº85 - otoño 2021




Dirección:
  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
      Escultura de Maïs (Jorba)


    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Poesía

    CLAUDIA POSADAS

    CLAUDIA POSADAS, México. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, Secretaría de Cultura. Ha publicado La memoria blanca de los muros (1997) y Liber Scivias (2010), Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2009, reeditado por la UNAM (2016). Poemas y ensayos de su autoría, además de entrevistas con autores hispanoamericanos de primer orden han sido incluidos en antologías en América Latina y España. Su más reciente libro es Carmen Berenguer. Plaza tomada. Poesía (1983-2020), selección y prólogo suyo (UANL, México, 2021).

    LA HIJA DEL ASTRÓLOGO

    A Christine de Pizán

    Mirar las estrellas para saber a cuál pertenece
    (el designio…)

    Adivinar cuál será entre los cúmulos,
    acaso Alfa Centauro o aquel cintilar azul o el Venus gigantesco

    No
    dejar nada a la suerte (el azar); mejor distinguir el astro para situarlo en su corazón
    por siempre…

    Ella mira a su padre girar la rueda de los pergaminos. Lo observa tomar de ésta un manuscrito
    y descifrar los símbolos celestes al desplegar la miniatura sobre su mesa;
    ve cómo el astrólogo toma una esfera y la sitúa frente a sí para mirarla al trasluz;
    también ve cómo dispone el astrolabio conforme el mapa del cielo que ha consultado

    Sí,
    eso quiere para ella. No el huso y la rueca sino la esfera:
    observa su centro despertar en resplandores mínimos, encuentra en ese hervidero de fotones
    muchos caminos para descifrar y nombrarlos y encontrar y nombrar el suyo,
    el propicio, el incuestionable,
    (la fuerza)
    ella,
    apenas niña…

    Del cielo elige, finalmente, un prisma de matices y vórtices titilantes
    que me sea una constelación favorable, -murmura para sí.

    Sabe que el prisma será su Astro, uno entre todos, y se lo indica a su padre;
    su padre quien busca en sus libros la Casa a la que pertenece el enjambre,
    una entre todas,
    el astro:

    (3) γ Algieba, la doble corona:

    (2) β Dafira, elipse más grande que el radio solar,

    (1) α Regulus, la más brillante,


    Sí,
    Cor Leonis aurada por el Sol
    ella,
    apenas limen
    que sin saberlo todavía,
    enfrentará las coartadas de la Vía Láctea,
    construirá la Ciudad protectora.

    Hija y padre, entrelazando sus manos, toman la esfera en cuyo interior brilla el corazón elegido
    por siempre
    (el designio, el azar, la fuerza,
    el designio que le dio el azar, el azar que le dio la fuerza, la fuerza que le dio la sangre,
    el designio, la fuerza, el azar que le dieron la sangre y la carne).

    Sí,
    el padre lo sabe también;
    pronto anotará las coordenadas con azur especular en su libro de estrellas aguardando en
    secreto el día en que la hija o alguien, en el tiempo, descifren el nombre y la ruta de lo astral.

    Ambos sonríen, mirándose uno al otro
    sí,

    por siempre.


    MAÏS

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