ALGA Revista de Literatura
nº73/74 - primavera 2015




Dirección:

  • Goya Gutiérrez

    Edición:
  • Grupo de Poesía ALGA

    Responsables de la edición del presente número:
  • Goya Gutiérrez
  • Enric Velo

    Maquetación, composición y diseño web:
  • Enric Velo


  • Portada:
    • Supèrbia/Lleó
      de Bernat Velo

    Sumario
    http://revistaliterariaalga.com/

    Lecturas. Textos comentados

    GOYA GUTIÉRREZ

    Es miembro del Grupo de Poesía ALGA y dirige la revista ALGA desde 2003.
    Ver http://goya-gutierrez-lanero.com/



    El día anterior al momento de quererle
    Concha García
    Ed. Calambur, Madrid, 2013
    Poesía, 85 páginas

    Concha García es ya una veterana poeta cuya obra cuenta con una docena de poemarios además de un libro de narrativa y varios ensayos como los recientemente publicados "La lejanía" (Cuaderno de Montevideo) y "Asomos de luz" sobre poesía escrita por mujeres.
              Los poemas en "El día anterior al momento de quererle", aparecen como el lugar donde todo sucede, donde se unen lo vivido, lo soñado, lo leído, lo olvidado recobrado, lo imaginado, lo existencial o la nada. Muchas veces se construyen como un collage en donde con un tono narrativo, se reúnen la intensificación de los pensamientos, las preguntas, el enigma y el prodigio de lo hallado, de lo revelado o de lo designado. Consiguiendo también dotar al lenguaje de una gran fluidez.
              Concha al igual que hacían los niños en los cuentos de Hansel y Gretel va tirando piedrecitas y miguitas de pan en forma de señales e indicios destinados al lector-a pero quizás también a ese sujeto poliédrico que le permite poder regresar a los orígenes o a una misma, y que van marcando un itinerario en el viaje que se inicia ya desde el primer poema del libro y desde la primera parte que titula UN DÍA: pág. 10 "El frío entra/empuja la maleta/ pone agua a calentar (...) La ansiedad/ de quien elige/ la ruta". Un viaje que comprende ciudades como Barcelona, Córdoba, París, Montevideo o Buenos Aires.
              Las diferentes partes en que se divide el libro, concretamente siete, número mágico y misterioso en muchas culturas relacionado con la creación y la construcción del Templo primigenio, parecen apuntar a un mapa, a un espacio cartográfico de la memoria por donde transita ese sujeto poético poliédrico, cambiante como el hecho mismo del transitar.
              Un viaje gozoso y expectante porque en el viaje acontece el amor, aunque también la imposibilidad de amar ante ese techo que se divide, que se descorre, y queda a la intemperie, y de pronto rompe con la fascinación, con el misterio que de la idea del ser amado se tenía o de la misma incapacidad de sorprenderse de una misma, porque como dice la poeta o el sujeto poético es "todo lo que existe".
              Sin embargo el día anterior corresponde a un pasado que resurge en el momento de amar como punto central de recuperación de los restos diseminados en el laberinto de la memoria. La condición de nomade en la que según la crítica se inscribe la poesía de Concha García, deja también en este poemario numerosas huellas: pág.27 "la sombra de la que era/ subía la sinuosa calle/que me alejaba (...) me quedé suspendida/ en tu mano como una cometa/ sobre el océano". O la sensación de desasimiento, pero al mismo tiempo de fascinación ante la desaparición de la distancia del espacio físico, como en el poema de la pág. 66 "El delicado tapiz de los recorridos /mentales y cambiantes escenas ya que/una mañana estás en París y dos/ minutos más tarde atravesando la Pampa".
              En algunos poemas, a la reflexión cargada de misterio y existencialismo le siguen las acciones cotidianas del día a día porque dan la sensación de poder dominar el espacio que corresponde al presente y a los objetos domésticos que contienen la huella del pasado, y el crak de los muebles transmite la sensación desestabilizante de vivir entre dos mundos. Se percibe como un deseo de asirse, de apresar lo real tangible en esa sucesión de espacios que parecen más mentales que palpables.
              A pesar del título de la penúltima parte El desencanto, los poemas expresan el gozo de lo hallado y lo recobrado a través del recuerdo, un lenguaje de encantamiento que registra aquella que fui y la conciencia de ser otra. Y la conciencia de la nada en el último poema de la última parte titulada EL TRIUNFO DE LO CADUCO, como si este último sujeto poético nos estuviera advirtiendo que toda esa existencia gozosa sea quizás un espejismo.

    Ver una pequeña antología de la poesía de este libro en la pág. 75.

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