MADRES
Caín o Abel. ¿Alguna hija acaso?
La llave del arcano es el origen.
Nadie sabe que? fue en primer lugar,
la nube o el océano,
si el elevado cúmulo
causo? la vertiente del llanto
o la primera gota
reventó? de seres sorprendidos.
¿Que? criatura se aventuro?
por abruptas pendientes
entre instantes de encuentros y de adioses?
Las que no hallan su refugio
siguen surcando el oleaje.
En la orilla, las madres,
cuando nadie las ve, lloran a mares.
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ANHELOS
Queremos ver los arboles
con sus huesos en rama,
su avidez de altas cumbres.
Queremos sujetar la luz
que escapa por todos los rincones
de la historia enterrada.
Queremos verte,
hombre desnudo en el proscenio.
Queremos enseñarte a desfilar sin prisa,
sin piedras, sin cuchillos,
sin la mano que hiere,
sin la mano que mata.
Del libro inédito Manual de diosas, (en imprenta).
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