_____________ MARIO CAMPAÑA ______________
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Estoy encerrado por diecinueve puertas de hierro
Sade, en la prisión de Vincenns
éste es el mismo lugar de entonces
detrás de diecinueve puertas
con sus altos torniquetes triturando
como en salto libre después, en el descenso
como si sólo creyera en el ojo de fondo oscuro
como si sólo viera a través de ese ojo y sólo oyera
el trueno que atraviesa ese ojo, expandiendo su visión
nada más esa música, nudo de asombro
esa música acomoda las historias
ritmo lento donde todo cabe, dulce y lento
donde antes viejas bestias retumbaban.
ahí en el descenso, ya menguados
encadenados por la música
anoche una lluvia inundaba el sueño, reverdecía árboles secos
ahora el mismo sueño este jardín inmóvil, un festín
a solas (árboles nuevos)
en la madera la lengua clavada, la palabra
de un saber resguardado
por diecinueve puertas de hierro.
Afuera viento que limpia minuciosamente el aire
misteriosos movimientos sigilosos
adaptados a fuegos secretos:
hombres ofreciéndose como víctimas
nombres de antemano borrados
un gesto antiguo y ya desguarnecido
el mismo gesto inmolador, ya inútil.
afuera cuerpos arrodillándose en el aire
que antes se escondía a la mirada
y ahora nos acogen constrictos por la música:
cuerpos girando así
en un rincón abierto también desprotegido
contorsionándose, contemplados.
otros cuerpos aparecen desde el fondo:
en la algarabía todo es más vivo, irrenunciable
y el perdón antes será olvidado que creído.
De "Aires de Ellicott City" (2006)

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