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RAMÓN ANDRÉS
CANCIÓN EN DEFENSA DE BOSNIA
Y CONDENA DE LAS GUERRAS
En el viento de Mostar
un niño es el motete
de todo lo sepulto,
el coágulo de lumbre
de un tren en la nevada.
Clavada está en el limo
la osamenta del buey.
Tiene la voz del páramo
una sed que se abolla
en los cazos mordidos.
Llueve sobre el tendón
cortado en el asalto.
En baldíos de alambre
son las tiendas de lona
las aves de renuncia
sobre cuantos diluvios
caben en un castigo.
Una mano abre zanjas
en el viento de Mostar,
desentierra en las patrias
los sótanos del mundo.
Del libro La línea de las cosas
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